5 razones por las que ESG está más vigente que nunca
Cuatro especialistas hablan de los criterios ESG y su capacidad para fortalecer a las empresas y guiarlas hacia una identidad que esté en línea con las necesidades del planeta y la sociedad.

PABLO PANIZO
1 de marzo de 2024
En plena evolución de las estrategias de sostenibilidad en el sector empresarial y financiero, también han aumentado las críticas a los criterios ESG, sobre todo en Norteamérica, acusándolos de perjudicar el desempeño de los negocios.
“El énfasis puesto en la necesidad de sostenibilidad ha provocado una reacción proporcional: un movimiento anti-ESG que (erróneamente) cree que centrarse en mejores negocios debe resultar automáticamente en peores ganancias”, señaló Claire Skinner, Regional Managing Partner de Heidrick & Struggles, en un artículo para el Foro Económico Mundial.
¿Qué promueve realmente los criterios ESG y cómo beneficia a las empresas y el planeta? Conversamos con distintos especialistas en sostenibilidad, centrándonos en cinco ideas que responden a las principales críticas. Estas son sus opiniones.
1.
La sostenibilidad es una urgencia que necesita visibilidad
Es cierto que los desafíos actuales obligan naturalmente a que la sostenibilidad sea transversal y estructural en Gobiernos y empresas, pero esta situación no implica que ESG sea una estrategia redundante. Al contrario, es determinante para dar visibilidad y promover los esfuerzos ambientales, sociales y de gobernanza.
Para Valeria Villacorta Cussianovich, Sustainability Reporting Technical Manager de EFRAG, “dar visibilidad a estas estrategias es necesario porque informan las decisiones de stakeholders como accionistas, inversores, consumidores, entre otros”.
Es clave, como apunta Villacorta, no solo para la toma de decisiones, sino también para incentivar la adopción de ESG en las demás empresas: “Si estos actores pueden decidir en base a qué tanto una determinada empresa ha incorporado asuntos de sostenibilidad en su estrategia, políticas y planes de acción, se estará promoviendo empresas más responsables con la sociedad y el planeta”.
El análisis pasa también por una toma de conciencia. Javier Perla, gerente de Servicios de Sostenibilidad SGS, considera que no hemos llegado a un momento en el que la sostenibilidad se dé por sí sola en las empresas, por lo que “ESG no es una etiqueta innecesaria”. Incluso, indica que en las grandes compañías los cambios “podrían costar más” y hacer que “esa transición pueda ser un poco más compleja”.

2.
Sin sostenibilidad, no hay futuro posible
Las críticas a ESG tienen como blanco a la idea misma de sostenibilidad, lo que deja al planeta y la sociedad en una posición peligrosa. “Dejar de gestionar la sostenibilidad por una discusión de terminología es altamente riesgoso”, advierte Adriana Quirós, Country Manager del Pacto Mundial de Naciones Unidas.
El sector privado es el principal responsable de emisiones de CO2 en el mundo. Partiendo de esta realidad, sin la promoción de los criterios ESG, cumplir con metas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU será imposible. Y las demandas del planeta son cada vez mayores.

A seis años de cumplir con el plazo acordado en el Acuerdo de París, que busca limitar el aumento medio de la temperatura global a 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, el planeta se encuentra lejos de alcanzar el objetivo. En el Perú, los efectos del cambio climático ya son una realidad: como ha explicado el Ministerio del Ambiente, el deshielo de glaciares, las sequías y heladas en la sierra, y los huaycos en la costa, sierra y selva son producto de este fenómeno.
La clave para enrumbar hacia la dirección correcta está en la sostenibilidad y en la adopción de estrategias ESG robustas por parte del mundo empresarial. A la vez, es fundamental migrar hacia una economía circular. “Frente a un modelo económico despilfarrador que conduce al cambio climático, la economía circular ofrece un modelo que preserva la naturaleza y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero”, ha señalado Naciones Unidas.
3.
ESG incentiva la economía y la productividad
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización Internacional del Trabajo, al 2030 se crearán 22,5 millones de nuevos empleos “verdes” en América Latina y el Caribe, gracias a la transición a una economía de cero emisiones.
Desde el lado de la productividad, la OIT informó que las empresas con mejor gestión ESG son hasta 40% más productivas que sus contrapartes. Y en cuanto al desempeño económico, un estudio de CIAL reveló que, entre más de 300 mil empresas privadas evaluadas, aquellas con mejor rendimiento ESG tuvieron un incremento de 30% de ventas, el doble de aquellas con peor performance en sostenibilidad.
Así, el discurso que señala que las estrategias ESG pueden generar caídas en las industrias carece de sustento. “Es difícil aceptar ese discurso cuando la data nos demuestra lo contrario. Cada día nuevos empleos se generan gracias a la sostenibilidad. Nuestras últimas encuestas confirman que para el 98% de los CEO la sostenibilidad es parte integral de su trabajo y de la creación de resiliencia de su empresa”, señala Quirós. Y dice claramente: “La sostenibilidad en el 2024 ya no es una opción: es una necesidad empresarial”.
4.
ESG fortalece a las empresas en el
largo plazo
Incluso en un mundo tan volátil como el de hoy, en el que las empresas están obligadas a prestar mucha atención al corto plazo, proyectarse al futuro es vital. “Las empresas deben enfocarse en la continuidad del negocio. Eso implica largo y corto plazo. Mirar hacia el horizonte, pero también por dónde caminas. Mirar solo uno de ellos va a generar que te tropieces o pongas los pies en el lugar correcto, pero tal vez en la dirección equivocada”, comenta Javier Perla, de SGS.
La ausencia de una estrategia ESG puede llevar a una empresa a perder competitividad en el corto, mediano o largo plazo. De hecho, una sola acción (o falta de acción) puede impactar negativamente en la reputación de una empresa. Al contrario, una estructura robusta en ESG favorece la supervivencia de una compañía en el tiempo. “Un modelo de negocio y estrategia que identifican e incorporan factores ESG fortalecen la resiliencia de la empresa frente a riesgos relacionados con dichas cuestiones”, explica Villacorta, ejecutiva de EFRAG.
En la actualidad, la relevancia de los criterios ESG también alcanza al futuro de la empresa desde su capacidad de recibir inversión. Como se informó en Comunidad ESG, los inversionistas apuestan por las empresas sostenibles principalmente por cuatro razones: la mayor exigencia social hacia las empresas, la creciente presión regulatoria, el convencimiento personal y la resiliencia demostrada por las inversiones sostenibles.

5.
ESG es una obligación regulatoria
Prescindir de una estrategia ESG puede llevar a las empresas a incumplir con ciertas regulaciones. En nuestro país, por ejemplo, las empresas listadas en la Bolsa de Valores de Lima están obligadas a contestar un cuestionario sobre sostenibilidad.
Cecilia Rizo Patrón, directora ejecutiva de Avanza Sostenible, recuerda también que desde este año entrará en vigor el Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) de la Unión Europea, que “puede afectar a las empresas latinoamericanas que venden a esta región, ya que abarca la cadena de valor de las empresas europeas”.

Se trata de una tendencia cada vez más potente, en respuesta al contexto que vivimos. “Cuantos más riesgos climáticos y sociales enfrentemos, una respuesta va a ser la mayor regulación”, advierte Cecilia Rizo Patrón.
Tras la revisión de estos cinco puntos estratégicos queda claro que aplicar criterios ESG es rentable, aumenta la productividad y brinda resiliencia a las empresas, al tiempo que incentiva la economía y promueve la lucha contra el calentamiento global. Se trata de lograr el desarrollo sostenible y salvar el planeta. Es momento de entenderlo porque el tiempo se agota.
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