PABLO PANIZO
28 de diciembre de 2023

La descarbonización con la que el mundo se ha comprometido mediante el Acuerdo de París implica muy grandes retos. Por un lado, la menor dependencia progresiva de los hidrocarburos, un sector que aporta importantes márgenes al PBI de países de la región como Ecuador, Colombia o Perú. Y, por otro lado, el escalamiento de los proyectos mineros para poder contar con los minerales que las tecnologías limpias requieren. 

“Se ha dicho en diferentes espacios que tenemos un escenario mundial de consenso de alejarnos de las energías de combustible fósiles para pasar a energías renovables y eso significa un rol protagónico que tenemos como oportunidad como país”, destacó Dario Zegarra, country manager de Newmont Perú, en el foro “Minería en los países andinos: retos y oportunidades para un futuro sostenible”.

Sin embargo, este escalamiento es a su vez un desafío. ¿Cómo hacer viable el crecimiento del sector minero en este contexto? Lenin Balza, economista principal del Sector de Infraestructura y Energía del BID, resaltó la necesidad de realizar un proceso de fortalecimiento de la licencia social. “Es necesario avanzar sobre el grado de aceptación que la comunidad y los distintos grupos de interés tienen sobre los proyectos del sector minero si queremos transitar hacia economías bajas en carbono”, señaló Balza.

Sostenibilidad social

Para dar este paso, explicó el especialista, son necesarios los avances en materias como la inclusión y la equidad. 

En estos campos hay un largo camino por recorrer. En las empresas proveedoras mineras, por ejemplo, apenas un 3% de la fuerza laboral es femenina, de acuerdo con un estudio de Women In Mining Perú. Si se toma en cuenta a todo el sector minero, se alcanzan los 6 puntos porcentuales.

La baja participación femenina también se ve afectada por el hecho de que por cada siete hombres graduados en carreras vinculadas a minería, hay apenas tres mujeres graduadas en los mismos estudios.

Además de la inclusión y la equidad, Balza destaca otros aspectos necesarios para el escalamiento de proyectos mineros. Entre ellos, la digitalización. “La incorporación efectiva de tecnologías digitales que son disruptivas es clave dentro de los procesos productivos”, señaló. Sobre este tema, basta recordar que la región se encuentra rezagada en la implementación de redes 5G y que, según un informe del INEI, al 2030 es necesario que se cuadruplique la infraestructura de redes en nuestro país.

No obstante, la digitalización también puede generar una menor necesidad de mano de obra no calificada, “la mano de obra con la que más contamos para mantener la licencia social”, anota Gonzalo Delgado del Centro de Estudios sobre Minería y Sostenibilidad de la Universidad del Pacífico. “Las empresas tienen que empezar a buscar nuevas formas de ver cómo van a poder satisfacer la licencia social en un momento en que la digitalización nos está quitando oportunidades de generar empleos”, agregó.

El complejo panorama representa un reto para el país, pero también es un escenario de múltiples posibilidades para fortalecerse hacia el futuro. “El sector minero está en el epicentro de ese proceso de transformación energética y productiva. La pregunta está en si podemos aprovechar esa ventana de oportunidad”, sostiene Balza.