Por Raúl Lescano
28 de setiembre de 2023

La tendencia es clara. Las empresas que puedan demostrar un compromiso genuino con la sostenibilidad tendrán más posibilidades de atraer inversores y acceder a diferentes fuentes de financiamiento, obteniendo mejores oportunidades dentro del mercado. Así ha pronosticado el futuro empresarial la organización Ernst & Young (EY) al repasar las dos normas inaugurales del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB), que ahora exige a las empresas indicar qué comité, dentro del máximo órgano de gobierno, será el responsable de la supervisión de los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad.

El reto apunta a una necesidad clara en el país. Como ha señalado el Programa para las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a pesar de que en los últimos años las empresas en Perú vienen generando valiosos aportes en materia de sostenibilidad, “aún se presentan grandes desafíos en términos de medición, contribución y visión estratégica”. 

En este contexto, las empresas analizan la posibilidad de crear comités de sostenibilidad o incluir especialistas de esta materia en sus directorios. “Hoy, hay mayor conciencia empresarial sobre la necesidad de conectar con las expectativas sociales, que vienen cambiando y redefiniendo el accionar empresarial”, explica Beatriz Boza, socia de EY y directora académica del Programa para Directores de Empresas. 

En ello coincide Oscar Caipo, socio director de KPMG. “Varias empresas ya han desarrollado estrategias de sostenibilidad/ESG integradas a la estrategia del negocio y les han dado gobernanza a los programas de sostenibilidad/ESG supervisados por comités de sostenibilidad en sus directorios y desde allí permear en toda la organización”.

Si bien los marcos de referencia no exigen la creación de un comité de sostenibilidad, recuerda Boza, sí apuntan a la necesidad de que los directorios asuman la responsabilidad y deleguen el trabajo de sostenibilidad a un comité que debe definir distintos factores: las responsabilidades por los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad, si las habilidades y competencias están disponibles o se desarrollarán, cómo y con qué frecuencia se informará sobre los riesgos y oportunidades, y cómo se supervisarán y monitorearán los objetivos.

Para Caipo, además de ello, se debe comprender que, si bien es bueno contar con algún miembro con más experiencia en sostenibilidad y factores ESG, “es crítico que todos los miembros del directorio incorporen los procesos de decisión, evaluación y control la sostenibilidad y los factores ESG para que sea real y efectivo”, ya que de esta manera las decisiones se toman “a través del lente ESG y del impacto en todos los stakeholders”.

En el Perú, la necesidad y exigencia de crear responsabilidades claras sobre la sostenibilidad empresarial en los directorios se da en un ecosistema con marcados cimientos. Según EY, al 2021, el 86% de las empresas encuestadas habían incorporado aspectos de sostenibilidad en su estrategia empresarial, y el 72% informó sobre cuestiones ESG en sus informes de sostenibilidad.

De igual manera, la cuarta edición del estudio Barómetro de CEO que reúne la opinión de las compañías más grandes del país, por ejemplo, indica que el 44% de las empresas consultadas cuentan con una estrategia formal de sostenibilidad, enfocadas principalmente en el campo social (61%), el gobierno corporativo (53%) y el medio ambiente (25%).