REDACCIÓN CONTENTLAB
30 de junio de 2023

El Perú es un país que enfrenta diversos peligros naturales, como terremotos, fenómenos de El Niño, huaicos, inundaciones, lluvias intensas y heladas, además de emergencias sanitarias. Estos eventos, cuando ocurren, generan necesidades urgentes. Ante estas situaciones, es crucial que las empresas brinden su apoyo a través de acciones inmediatas de ayuda social. La interrogante es si estas acciones de corto plazo pueden ser integradas dentro de una estrategia ESG, la cual, por naturaleza, se enfoca en intervenciones a largo plazo. 

Trabajo conjunto
Una forma de hacerlo es brindando ayuda a través del core del negocio para luego convertir esta iniciativa en un modelo ESG. Por ejemplo, Avión Solidario es un programa de LATAM Airlines que, además de brindar apoyo en momentos de crisis transportando medicamentos, profesionales de la salud y ayuda humanitaria, ha firmado más de 10 convenios con diversas organizaciones comprometidas con el desarrollo de la sociedad, como Aniquem, Operación Sonrisa, Juguete Pendiente, Unidos por los Animales, entre otras. 

De esta manera, además de proporcionar ayuda en situaciones de emergencia, Avión Solidario ha trasladado más de 590 animales afectados por el tráfico ilegal, ha logrado que más de 130 niños puedan continuar con sus tratamientos médicos en Lima en lo que va del año y ha llevado más de 20 toneladas de ayuda en los últimos dos años para asistir a diversas comunidades del país.

Otro de los programas que apunta a esa misma dirección es SOSelva, que LATAM Airlines lanzó el 26 de junio, con el objetivo de contribuir a la preservación de nuestra Amazonía. En este caso también cuenta con aliados estratégicos, como el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), la Asociación Peruana para la Conservación de la Naturaleza (Apeco), Unidos por los Animales y Profonanpe.

“Para poder generar un verdadero impacto ha sido fundamental establecer colaboraciones y alianzas estratégicas con organizaciones sin fines de lucro, gobiernos locales y otras empresas comprometidas con la responsabilidad social. Estas asociaciones nos han permitido compartir recursos, conocimientos y experiencias para lograr resultados más significativos y sostenibles”, explica Antonio Olortegui, gerente central de Asuntos Corporativos, Legal & Compliance de LATAM Airlines Perú.

Hasta el momento, Avión Solidario ha transportado gratuitamente más de 45 millones de vacunas contra el COVID-19. Durante sus más de 10 años de existencia, ha brindado apoyo en situaciones tan difíciles como el fenómeno El Niño del 2017, el friaje del 2018 y el terremoto de Piura del 2021.

Uno de los problemas de la ayuda social y la filantropía es que podrían ser percibidas como programas asistenciales de obsequios o intervenciones ligeras que no son continuas y mucho menos sustentables, y podrían ser confundidas con estrategias de socialwashing o, si abordan temas ambientales, de greenwashing. 

“Este es un problema muy serio, que no solo afecta la reputación de una empresa a corto plazo, sino también la efectividad y la confianza de cualquier iniciativa a largo plazo”, señala Emil Caillaux, director ejecutivo de L+1, red de líderes empresariales e institucionales que impulsan el desarrollo sostenible.

Explica que no hay nada de malo con la filantropía y la ayuda social directa, pero estas no reemplazan un enfoque ESG. “Cualquier acción, para ser exitosa, tiene que solucionar un problema a largo plazo y ser sostenible en el tiempo. La alternativa cortoplacista solo es un parche, y afecta mucho la confianza entre la empresa y la comunidad”. 

Agrega que para ayudar a mitigar problemas sociales urgentes lo primero que debe hacer cualquier empresa es preguntarse cuáles son las brechas que existen en las comunidades en las que opera, cuál es su impacto en el medio ambiente y si su estructura interna (gerencias y equipos de trabajo) está armada de tal manera que pueda abordar dichas brechas. “Esto parece complejo, pero no lo es: comienza con expandir indicadores y, en términos más sencillos, replantear qué significa el éxito de la empresa, para incluir a los otros actores y elementos que la rodean”.

Generar valor compartido y operar en línea con el desarrollo sostenible del país depende en gran medida de los líderes empresariales. Ellos poseen el poder transformador necesario para convertirse en agentes de cambio hacia el modelo ESG. 

“Esto es especialmente relevante considerando que, a falta de un Estado presente y activo, las empresas y los directorios en los que participan se convierten en los espacios de decisión y acción más efectivos del país. El enfoque ESG es un camino para comprender el verdadero impacto que tienen los líderes. Adoptarlo no solo implica un cambio de paradigma: me atrevo a decir que pronto quienes no lo adopten simplemente no van a poder competir en un mercado cada vez más conectado, con clientes más informados y exigentes”, concluye Emil Caillaux.